El marxismo ortodoxo (a veces también llamado kautskismo por la figura de Karl Kautsky)[1] fue una corriente de pensamiento interna del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y la Segunda Internacional, relevante sobre todo en el periodo comprendido entre 1890 y el inicio de la Primera Guerra Mundial. Se orientaba estrictamente por los escritos de Karl Marx y Friedrich Engels y, a diferencia del reformismo, insistía en la necesidad de un desarrollo revolucionario del socialismo.
Tras la división del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) entre mencheviques y bolcheviques ocurrida durante el II Congreso celebrado entre el 30 de julio y el 23 de agosto de 1903 en Bruselas, y la constitución en torno a la figura de Karl Kautsky del "centro marxista" dentro del SPD, a principios del siglo XX el marxismo ortodoxo se dividió en un ala revolucionaria y una reformista. La primera se concentró en la posterior evolución y realización revolucionaria de las teorías marxistas como marxismo revolucionario. Una variante particular del marxismo ortodoxo fue la representada por el austromarxismo, con sus respectivos representantes como Otto Bauer y Rudolf Hilferding, que durante el período de entreguerras lograron impedir que se constituyese una fuerte corriente marxista revolucionaria en el interior del socialismo austriaco, oscilando entre la reforma social y la revolución. Los principales portavoces del marxismo ortodoxo fueron en un primer momento Karl Kautsky, August Bebel, Gueorgui Plejánov y Antonio Labriola.
Fueron también llamados marxistas ortodoxos, para diferenciarlos de los reformistas, revolucionarios como Lenin, Rosa Luxemburgo y León Trotski. Como consecuencia de ello, el leninismo, el trotskismo, el marxismo-leninismo y otras corrientes del socialista consideradas dogmáticas fueron en ocasiones conocidas como doctrinas marxistas ortodoxas.